Un trío de delincuentes escapan por el norte nevado de Estados Unidos con un gran botín. Un fatal accidente contra un reno (o similar) hará huir a pie a la pareja superviviente y se separarán para que la policía no les pille juntos.
El guionista Zach Dean se estrena con este filme con una historia que realmente mantiene en tensión durante todo el metraje. El desarrollo de los personajes es quizás un tanto alocado (con traumas infantiles, incestos, enamoramientos más rápidos que en Pretty Woman, boxeadores despechados), pero el caso es que resulta muy, pero que muy entretenida. Lástima que el final sea tan previsible y en él se pierda esa violencia tipo Haneke que respira el resto del filme.
Al director Stefan Ruzowitzky ya le conocíamos por la película Los falsificadores, una divertida e interesante historia que ganó el Oscar al mejor filme extranjero hace unos cuantos años. Los paralelismos entre los dos trabajos son prácticamente nulos, a no ser que los dos están muy bien rodados. Aquí Ruzowitzky se aprovecha de esos paisajes nevados que pueden ser idílicos pero que también son terribles como ya hemos visto en títulos como Fargo, 30 días de noche y Winter's Bone. Detrás de esas sociedades bucólicas de gente aislada se esconden siempre historias un tanto terribles que se apoyan en el anonimato y en la falta de contacto con la sociedad. Son parajes alucinantes para rodar historias de mal rollito envueltos en belleza natural.
El director sabe sacarle mucho partido también a una banda sonora que firma Marco Beltrami. La partitura de este neoyorquino que este año también ha hecho la música de Lobezno y World War Z, entre otras, remarca perfectamente la tensión que se vive en todo momento, incluso en una escena de sexo que hará las delicias de los enamorados de Olivia Wilde y que refleja muy bien (o eso imagino) cómo será una relación sexual de un tipo que acaba de salir de la cárcel: pocos arrumacos y mucha prisa.
Olivia Wilde se ha ido haciendo un hueco en el cine que le ha permitido no encasillarse en su papel de House, y hay que reconocer que en esta película está más impresionante que nunca y mucho más guapa y sensual. Eric Bana da miedito realmente en su papel de psicópata descontrolado a ratos que parece que se va a transformar en Hulk, y Charlie Hunnanm hace muy bien de paleto un tanto inocentón y un poco bobo. Por cierto el título original de la película es Deadfall (Trampa) y no La Huida. Aunque los traductores no lo sepan, esa era una peli de Sam Peckinpah. Aunque es verdad que también hay unas cuantas pelis que se llaman Deadfall y que el título no es demasiado original que se diga.