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Thor (2011)

Director: Kenneth Branagh

Actores: Chris Hemsworth, Natalie Portman, Tom Hiddleston, Anthony Hopkins, Stellan Skarsgard


Thor es un dios joven y engreído que piensa que ha llegado su momento de reinar y para ello hará lo que haga falta, incluso llevar la contraria a su padre, el todopoderoso Odín. Lo que ocurre es que Odín es un dios a la antigua usanza, al que no le gustan las bravatas, y castigará a su hijo convirtiéndole en un mortal y enviándole a la Tierra (a la que los asgardianos conocen como Midgard).

El filme tiene un puñado largo de guionistas. Por un lado están Ashley Miller y Zack Stentz. Los dos son guionistas además de la precuela de X-Men que se estrena también en 2011. Juntos han escrito unos cuantos capítulos de series televisivas como Las crónicas de Sarah Connors y Fringe. El tercer guionista es Don Payne, que a sus espaldas tiene varios capítulos de los Simpsons, pero también los guiones de la segunda parte de los 4F (la de Estela Plateada) y de aquel divertimento titulado Mi super ex-novia, donde Uma Thurman martirizaba a Luke Wilson. El cuarto en discordia es J. Michael Straczynski, conocido por los cinéfilos por pelis como El intercambio y la serie Babylon 5, pero también conocido por los amantes del cómic, ya que ha sido uno de los mejores autores que ha tenido la serie Thor en sus casi cincuenta años de vida. Por último está Mark Protosevich, que es el guionista de aquella frikada titulada La celda, protagonizada por Jennifer Lopez. Por supuesto, detrás de todos ellos están infinidad de cómics Marvel, unos cuantos cientos, en los que aparece Thor, ya sea como protagonista principal o como un miembro de los Vengadores o como un asgardiano más. Es decir, que material para escribir la historia había de sobra. ¿Qué han elegido de todo ello? Pues un arranque para poner en antecedentes a quien no sepa nada de nada de este dios, de su mitología y de su llegada a la Tierra. Y como enemigo nada menos que el Destructor, aquí mucho más impresionante que en los cómics sesenteros.

Con una divertida historia el proyecto recayó en Kenneth Branagh, un director con una carrera llena de altibajos desde buenas películas como Dead again hasta aburrimientos como Frankenstein y ejercicios de egolatría salvaje como Hamlet. Lo que es evidente es que a Branagh le encanta el mundo shakesperiano y eso mismo ha plasmado en Thor. Al fin y al cabo es una historia de dioses enfadados, hermanos enfrentados, humanos que no se enteran y grandes batallas contra el mal. La película además transcurre en un poblacho yanqui, de esos con cuatro casas mal puestas, lo que aleja a Thor de su habitual Nueva York y con ello de su aspecto de superhéroe. Aquí se queda, simplemente, en un héroe que lucha por la humanidad entera, aunque esta no sean más que los cuatro gatos que viven en los prefabricados esos que hay en pleno desierto. Branagh se las apaña bastante bien en una producción con muchos efectos digitales y aporta un estilo teatral (pero en el buen sentido de la palabra) a los escenarios y a los comportamientos de los personajes. De hecho podemos decir que pasa con nota su examen.

El reparto es uno de los puntos fuertes del filme. Para Odín y su mujer Frigga, Branagh ha contado con dos clásicos como Anthony Hopkins y Rene Russo. También los secundarios son actores tan conocidos como Natalie Portman y Stellan Skarsgard. Sin embargo, y con muy buen criterio según me parece a mí, para los actores principales ha optado por gente que encaje como anillo al dedo en sus papeles y que no sean precisamente superestrellas (o al menos no lo eran hasta esta peli). Thor es un poderoso Chris Hemsworth, prácticamente desconocido hasta la fecha, que encanta a las mujeres por su aspecto de bestia parda y que da envidia a la mayor parte de los hombres por estar casado (en la vida real) con Elsa Pataky. Su hermanastro Loki está encarnado por un perfecto Tom Hiddleston, que aporta ese lado tan enigmático entre débil y maniático del personaje de Marvel. Los tres guerreros, Volstagg, Fandral y Hogun, también están bastante bien escogidos, sobre todo Fandral (Josh Dallas), que es como si lo hubieran sacado de un cómic directamente y lo hubieran plantado en la pantalla. Jaimie Alexander también da el pego como lady Sif. Lo único que se echa de menos es un Balder a medias entre remilgado y guerrero y una divina Hela que reciba a los caídos en batalla.

¿Cuáles son las principales diferencias entre la película y los cómics? La más llamativa de todas es que aquí los asgardianos no son dioses, sino unos seres alienígenas y poderosos que vienen de algún lado del sistema solar. Supongo que esto habrá sido una bajada de pantalones ante el conservadurismo más rancio americano que se hubiera vuelto loco si alguien dijera que es dios, porque ya sabemos que para los integristas dios solo hay uno, y es el suyo propio. Por otro lado, el arco iris utilizado en los cómics de Marvel es mucho menos sofisticado y aunque tiene el encanto de los primeros años sesenta, la solución que han encontrado en la película tampoco está nada mal y resulta muy espectacular. En el filme Odín no ha matado a Laufey, sino que simplemente le robó el hijo cuando era pequeño. Y otra gran diferencia, para acabar, es que aquí Thor no asume la identidad secreta de un cirujano neoyorquino, sino que simplemente pasa a ser un vulgar mortal. Como lección de humildad se presenta más creíble que la que elige Odín en los cómics originales.


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