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2012 (2009)

Director: Roland Emmerich

Guionistas: Roland Emmerich y Harald Kloser

Actores:John Cusack, Amanda Peet, Thandie Newton, Woody Harrelson, Danny Glover

Llega el año 2012 y con él, el fin del mundo. La radiación solar es tan elevada que funde el centro de la Tierra, ni más ni menos. Eso conlleva un desplazamiento de las masas continentales y un cambio en los polos magnéticos, con lo cual sobrevivir, sobrevivirán poquitos.

El guión no da para mucho, porque aparte de esa historia bastante absurda del fin del mundo el protagonista es un hombre divorciado, con dos hijos, que por supuesto recuperará a su mujer y el amor de sus churumbeles según avance la historia (como si alguien no lo supiera). Aunque parezca una boutade, el cambio de polaridad en el campo magnético de la Tierra no es algo que se haya inventado Emmerich, porque ya ha ocurrido varias veces a lo largo de la historia del planeta, aunque no estábamos nosotros por aquí para verlo. De hecho ese cambio de polaridad es una de las herramientas que utilizan geólogos y antropólogos para conocer la edad de determinados minerales. Lo del centro de la Tierra fundiéndose, pues bueno, creo que no funciona ni en un guión. Tampoco funciona muy bien la solución, que consiste en construir arcas gigantescas en una montaña esperando que llegue un tsunami y las lleve al mar. ¿No sería más fácil construirlas en plataformas marinas directamente?

Desde un punto de vista cinematográfico el filme es muy espectacular en algunos momentos, pero es excesivamente largo y un tanto aburrido en los demás momentos. Es evidente que dos horas y media son muchas horas para cualquier película de Roland Emmerich.

Los actores contratados para el evento hacen lo que pueden con sus guiones y el más divertido es Woody Harrelson en su papel de conspiranoico. Danny Glover es un imposible y enrollado presidente de Estados Unidos. Y John Cusack corre de un lado para otro sin ninguna trascendencia ni en lo que dice ni en lo que hace.

Lo mejor de la película está después de ella, una vez que termina y uno se plantea para qué ha servido realmente construir unas naves gigantescas y meter en ella a toda la escoria de la sociedad. Y con escoria me refiero a millonarios delincuentes, políticos ridículos y viejos (como la reina de Inglaterra), banqueros y jeques árabes. ¿Con ese plantel tiene futuro la humanidad? Yo apostaría mi poco dinero a que no pasaba de una generación. ¿Quién iba a procrear?, y sobre todo, ¿quién iba a trabajar para los demás?


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