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Ágora (2009)

Director: Alejandro Amenábar

Guionistas: Alejandro Amenábar y Mateo Gil

Actores:Rachel Weisz, Max Minghella, Oscar Isaac y Rupert Evans


El imperio romano se encuentra en sus últimas horas. En Alejandría, su biblioteca se alza como uno de los focos de cultura más importantes del mundo, o quizás el más importante de todos. El problema llegará con el creciente poder de los cristianos, que jamás se han caracterizado por su pasión por la cultura. Más bien por todo lo contrario. La biblioteca, su contenido y todos los que allí se encuentran peligran según aumenta el número de cristianos en la ciudad mediterránea.

De todos los guiones que han escrito juntos Alejandro Amenábar y Mateo Gil (todos los del director con excepción de Los otros) este es sin duda el mejor de todos ellos. No sólo porque es el que tiene una estructura más elaborada, sino porque además plantea un momento de la historia de la humanidad en el que no se incide demasiado: el nacimiento de la Edad Media. Es decir, cuando los cristianos imponen su creencia absolutista y destrozan toda la cultura anterior para relegarla al olvido. Para contar esa trepidante historia utilizan a la filósofa y matemática Hipatia como nexo de unión entre los diferentes momentos de la narración, y como contrapunto científico al fanatismo religioso. El hecho de que sea el guión más elaborado de Amenábar y Gil se nota también en la puesta en escena, y convierte a Ágora en la película con menos referentes (o copias directas) del director. Hay que recordar que Amenábar es un maestro del copiar-pegar y lo ha sido desde sus primeros cortometrajes. El asunto llegó al exceso en algunos de sus filmes y en Los otros no existe ni una sola escena que no hayamos visto antes en otras películas. Sin embargo, en Ágora no ocurre así, y eso que una historia épica ambientada en el imperio romano se prestaba bastante a la copia.

Lo peor del rodaje son los excesivos planos cenitales (debe haber marcado un nuevo récord histórico) y el chocante hecho de escuchar a los alejandrinos hablar en inglés (aunque quizás una opción tipo Mel Gibson con un idioma original habría sido todavía más dura). La duración de 126 minutos no se llega a hacer pesada y en eso se nota también que Amenábar haya dejado (por primera vez) la banda sonora en otras manos, en concreto en las de Dario Marinelli, que es alguien que sabe lo que se hace. Esto de delegar le ha venido muy bien a la cinta, sin duda.

En cuanto a los actores, comentar que están todos correctos, sobre todo Max Minghella, que interpreta al criado Davos, y Oscar Isaac en el papel de Orestes. La protagonista Rachel Weisz no da el tipo de heroína aunque tampoco hace mal de filósofa un tanto lánguida (si es que se supone que tiene que ser lánguida). Eso sí, la pobre reconoce que frente al guión estaba como los actores de Tron, que no tenían ni idea de lo que hablaban (a pesar de la sencillez de la idea que subyace detrás del movimiento de los planetas) y concluye que gracias a la película se ha enterado de que "el Sol está en el centro de nuestra galaxia". Así que no se ha enterado de nada, porque la posición del Sol en la Vía Láctea (nuestra galaxia) está en uno de sus brazos, bastante alejada del centro. Lo que quizás quería decir es que el Sol está en el centro del Sistema Solar, lo que es evidente. Al menos la chica lo ha intentado.


Un breve comentario en inglés se puede leer en imdb

Una versión reducida se publicó en el número 90 de Tribuna Complutense con fecha del 13 de octubre de 2009.

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