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Huerto urbano

Muy cerca de Moncloa, a unos pasos de donde se hace botellón o se juega al rugby, un grupo de voluntarios ha creado un espectacular huerto urbano. En él se siguen todas las pautas conocidas (y algunas todavía por conocer, ya que se aprende constantemente) de lo que es la agroecología.

El principio fundamental de esta agricultura es el respeto de la tierra. Es decir, los que allí trabajan no le echan ningún tipo de pesticidas o fertilizantes químicos. Es todo producto natural de la tierra y a la tierra vuelve, con lo que se mantiene el ciclo natural de la biosfera y además se ayuda a fomentar la conciencia de que trabajar así es posible.

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La idea de crear este huerto parte de gente preocupada por la soberanía alimentaria y por las manipulaciones industriales de nuestro planeta, al que estamos condenando poco a poco al desastre. Lo bueno del proyecto es que todo aquel que esté interesado (universitario o no) puede unirse para trabajar. El premio no es solo la satisfacción por el trabajo bien hecho, sino que además los trabajadores se llevan la cosecha y disfrutan de alimentos hoy en día casi imposibles de comprar. Todavía no tienen claro qué van a hacer en cuanto la cosecha empiece a producir de manera más extensa, aunque ya se habla de una posible gazpachada gigante o algún que otro deleite para los paladares de los que se acerquen por allí. De momento han construido un invernadero que servirá, entre otras cosas, como semillero para compartir semillas con otros grupos interesados por la agroecología, cada vez más numerosos en Madrid.

En la segunda temporada del huerto se ha llegado a acuerdos con algunas asociaciones de personas con discapacidad para que trabajen allí, lo que aumenta todavía más el interés de esta iniciativa. A pesar de la escasez presupuestaria que afecta a todo el mundo, han conseguido mejoras importantes como el riego por goteo, lo que ahorra una considerable cantidad de agua.

Los artículos se publicaron en Tribuna Complutense en mayo y noviembre de 2011.


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