Ahora el arte español parece tener un único nombre: Antonio López, pero hace unos pocos años la cosa no era así, y todo el mundo conocía además a otros pintores como Eduardo Arroyo, Juan Genovés, Rafael Canogar, luis Gordillo...
Cuando entrevisté a Eduardo Arroyo tenía muy fresca en la memoria una antológica que le habían dedicado en el Reina Sofía unos meses antes, así que pude hablar con él de los muchos elementos que se repiten en su obra, como los boxeadores o los deshollinadores.
Cuando Arroyo leyó el texto final publicado me dijo exactamente que era «uno de los pocos que hace entrevistas fidedignas y creativas». La verdad es que me hizo ilusión, sobre todo por la mezcla de la creatividad y la fidelidad, algo que quizás parezca una contradicción, pero que creo que es básico en el mundo de las entrevistas. No sólo es qué se pregunta, cómo y cuándo, sino que además es importante la manera de redactar la entrevista. No es fácil y no siempre sale bien.
Se publicó en el diario Día a Día, con fecha 7 de julio de 1998.