Durante unos días, incluso unos meses, Antonio Bru se convirtió en el profesor más famoso de la Universidad Complutense de Madrid. Su investigación sobre la evolución de los tumores y un posible tratamiento contra ellos hizo que saliera en portada de la mayor parte de los periódicos nacionales. De hecho llegó incluso a protagonizar algunas de manera exclusiva. Como ejemplo de su fulgurante fama, el hecho de que tuviera que crearse un correo propio porque las peticiones de información y de ayuda bloquearon el servidor de toda la UCM.
Su estudio matemático del crecimiento de tumores les pareció a muchos algo irracional, pero unos años después se puede rastrear en Internet que hay muchos grupos de investigación en el mundo que están utilizando métodos similares.
Antonio Bru se encontró con muchos problemas para seguir investigando. De hecho, la mayor parte de las instituciones españolas se negaron a que lo hiciera en ellas y hubo una campaña de desprestigio contra él, algo que por otro lado es común en España. En lugar de apoyar una posible solución, le tacharon poco menos que de gurú, visionario y cosas por el estilo. Como se podrá leer, yo traté el tema con extrema cautela, para no caer en el sensacionalismo, algo que me pidió el propio Bru.
Hasta donde yo sé, consiguió realizar experimentos en algún otro país, pero no conozco los resultados de esos trabajos.
Este artículo se publicó en el número 28 de Tribuna Complutense, con fecha 7 de junio de 2005.