Un adolescente un tanto pardillo, y amante de los cómics, se pregunta por qué nadie se ha puesto un disfraz y ha salido a la calle a luchar contra los villanos. A pesar de que sus amiguetes alucinan con la idea, y le aseguran que nadie lo ha hecho porque es totalmente absurdo, él mismo decide ponerla en práctica.

Mark Millar, el guionista escocés, anunció que iba a hacer un cómic, dibujado por John Romita Jr., sobre un chavalín, un tanto pirado que quería dedicarse a ser un superhéroe. Antes de que escribiese el cómic ya le habían comprado los derechos de la historia. Jane Goldman y Matthew Vaughn adaptaron la idea original, dejando algunos de los elementos más divertidos y modificando otros, haciendo que pierdan la gracia. El filme resulta un tanto salvaje, pero el cómic lo es mil veces más. Las diferencias principales son la motivación de los personajes para actuar y la personalidad del protagonista, que en el cómic es lo que se conoce como un perdedor y en la película poco a poco va transformándose en un héroe. Otros cambios son de tipo visual, como el disfraz de uno de los falsos superhéroes, que en la pantalla se transforma en un clon de Batman, sin que sepamos muy bien a qué se debe el cambio. El final de la película es muy espectacular, pero más lo era el del cómic. Por cierto, es sólo un continuará porque Millar ya ha anunciado que escribirá dos partes más y los productores no han dudado en comprar ya mismo los derechos e incluso se han puesto a filmar la segunda parte.

En cuanto a los actores, el protagonista es Aaron Johnson, que aunque aquí parezca un personaje de poca monta fue nominado a prácticamente todos los premios británicos por su anterior película en la que interpretaba a John Lennon. Y hay que reconocer que hace genial de pardillo. Nicolas Cage interpreta a un padre que busca venganza, y aunque el personaje auténticamente alelado del cómic le habría pegado más que el de héroe de la película, lo cierto es que encaja. Lo malo es que últimamente Cage tiene el mismo final en todas las películas que interpreta y su destino ya ha dejado de ser sorprendente. De todos modos, lo mejor del filme, y también del cómic, es el personaje de Hit-Girl, una niñita bastante sádica, interpretada aquí por Chloe Moretz. El personaje conserva prácticamente íntegro el espíritu del cómic original y da gusto verla. Moretz nació en 1997, así que le queda cine para rato.